El más importante anfiteatro del Imperio Romano que queda en pie. Fue construido en el siglo I dC en la ciudad de Roma.
Originalmente se llamaba Anfiteatro Flavio (en honor a la dinastía Flavia de emperadores que lo construyó) y, más adelante,
pasó a denominarse Colosseum (por una gran estatua del Coloso de Nerón que había cerca). En la antigüedad poseía un aforo de 50.000 espectadores
y se usó durante casi 500 años para acoger luchas de gladiadores y espectáculos públicos. A mediados del siglo VI fue abandonado
y de sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios que, junto a los daños provocados por varios
erremotos y por la Segunda Guerra Mundial, dejó la figura que se conserva en la actualidad.
Características del coliseo romano
Tipo de emplazamiento: suelo llano.
Tipo de planta: oval.
Superficie: 24 000 m².
Dimensiones de la base: 187,75 × 155,60 m.
Longitud de la arena: 86 × 54 m.
Perímetro: 524 m.
Altura en la actualidad: 48,5 m.
Capacidad: cerca de 65.000 espectadores.
Principales elementos constructivos: arcos de medio punto, bóvedas de cañón (formada por la sucesión de arcos de medio punto), bóvedas de arista (formada al cruzar dos bóvedas de cañón), columnas y pilares.
Materiales: travertino, mármol y otras rocas; ladrillo, madera, hormigón y estuco.
Arquitectura
Interior del Coliseo. Nótese el diseño de planta oval.
Arco de medio punto.
Bóveda de cañón.
Bóveda de arista.
El diseño arquitectónico del Coliseo romano se concibió como un complejo para el entretenimiento que facilitase la presentación de grandes espectáculos multitudinarios. Para ello, era necesario el desarrollo de una estructura interior y exterior especializada.
La gran innovación arquitectónica del Coliseo romano fue la siguiente: ser el primer anfiteatro levantado sobre un terreno llano y no sobre la pendiente de una colina, como solía hacerse para dar soporte a las gradas.
Esto se debe al uso del arco de medio punto, rasgo característico de la arquitectura romana. Con este, se podían formar bóvedas de cañón y bóvedas de arista, las cuales distribuían el peso hacia pilares y columnas.
Exterior del Coliseo romano
Fachada: toma forma gracias a la superposición de ochenta arcos de medio punto, apoyados en pilastras y columnas. Estas dan soporte al entablamento, cuyo fin es decorativo.
Primer piso, orden dórico.
Segundo piso, orden jónico.
Tercer piso, orden corintio.
Pared ciega con vanos.
Primer piso: decorado con variantes del orden dórico.
Segundo piso: orden jónico.
Tercer piso: columnas semicorintias.
Cuarto piso: pared ciega, destinada a dar altura y sostener el velario.
Velario: techo desplegable de tela (toldo) que protegía de las inclemencias del tiempo. Se sostenía por un sistema de poleas y sogas.
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