Los gatos naranjas son especiales, así lo confirma la ciencia
Existe el convencimiento de que los gatos de color naranja son más amigables y cariñosos que los de otro
color. Hay diversas encuestas a dueños que así lo sugieren, pero, ¿es así o se trata de un mito? Tiremos
de ciencia para saberlo.
El gen responsable del color naranja está ligado al sexo, lo que resulta en una probabilidad mucho mayor
de que un gato naranja sea macho que hembra. Ante el hecho de que los machos suelen ser más cariñosos
que las hembras, ahí tenemos una evidencia.
Pero hay más. Científicos franceses, liderados por la bióloga Dominique Pontier, realizaron un estudio
examinando la frecuencia de la variante del gen naranja entre las poblaciones de gatos y encontraron que
estos mininos tan coloridos pueden diferir de otros gatos de varias maneras.
Más rurales que urbanos
Según publica Psychology Today, analizando 30 poblaciones de gatos en Francia y recogiendo datos de 56 a
491 gatos de cada población, los investigadores encontraron tres tendencias con respecto a los gatos
naranjas.
En primer lugar, detectaron que los gatos naranja son más comunes en las zonas rurales, menos densas, en
comparación con los entornos urbanos.
Este hallazgo sugiere que los gatos naranja pueden disfrutar de un mayor éxito reproductivo en
condiciones sociales particulares. Y es que en ambientes rurales, el sistema de apareamiento de los
gatos es peculiar. Los gatos machos tienden a aparearse con múltiples hembras, mientras que las hembras
tienden a aparearse con un solo macho. En los entornos urbanos, tanto los gatos hembras como los machos
tienen múltiples compañeros.
En segundo lugar, los gatos anaranjados son menos comunes en las zonas con mayor riesgo de mortalidad.
Este hallazgo indica que los gatos naranja pueden ser más propensos a tener conductas de riesgo que
resulten en su fallecimiento.
Finalmente, los gatos naranja muestran un mayor dimorfismo sexual. Los machos anaranjados pesan más que
los gatos de otros colores, mientras que, al contrario, las hembras anaranjadas pesan menos que las
gatas de otras tonalidades.
Más riesgo de muerte en la ciudad
Los investigadores, tomando estos patrones, elaboraron una teoría que sugiere que, debido a las
diferencias físicas y de comportamiento, los gatos naranja (los gatos machos en particular) pueden
depender de una estrategia reproductiva diferente.
Como son de mayor tamaño (y probablemente más agresivos, dados los vínculos previamente documentados
entre el tamaño corporal de un gato macho y la agresión hacia otros gatos), los gatos machos naranja
pueden disfrutar de un mayor estatus social y, por lo tanto, del éxito reproductivo en zonas rurales,
donde las hembras normalmente sólo se aparean con un macho.
Sin embargo, en entornos urbanos, su estatus social puede no llevarlos tan lejos. En estos entornos
densos, las gatas tienden a aparearse con muchos gatos machos. Como resultado, el éxito reproductivo
depende de la competencia de esperma más que de la competencia física entre los gatos machos.
Por lo tanto, en un entorno urbano, la naturaleza competitiva de los gatos machos naranja puede aumentar
su riesgo de muerte (por ejemplo, a través de peleas con gatos u otros animales), lo que reduce las
proporciones de los gatos naranja. Esta idea se apoya en conclusiones anteriores de que los gatos machos
más grandes son más dominantes y agresivos, lo que da lugar tanto a un mayor éxito reproductivo como a
un mayor riesgo de mortalidad.
¿Son más cariñosos?
Aunque estas asociaciones de comportamiento basadas en el color pueden parecer extrañas, se encuentran en
otros animales, como roedores y pájaros.
Toda esta teoría sugiere que, tal vez, los gatos machos naranja, debido a su estatus dominante y a sus
personalidades audaces, se sienten más cómodos al acercarse a los humanos, que a menudo asustan a los
gatos tímidos, por lo que aparecen como más cariñosos.