Nos apasiona crear momentos dulces y memorables para nuestros clientes. Nuestros helados artesanales están elaborados con los ingredientes más frescos y de la más alta calidad. Cada sabor es una experiencia única que te transportará a lugares lejanos y te hará sonreír.
Este sabor es un clásico en Argentina. El dulce de leche es una crema caramelizada hecha a partir de leche y azúcar. Su origen se remonta al siglo XIX, y se dice que fue creado por accidente cuando un cocinero olvidó remover una olla de leche con azúcar. El resultado fue esta deliciosa y pegajosa crema que se convirtió en un ícono de la gastronomía argentina1.
La combinación de chocolate y almendras es irresistible. Pero, ¿sabías que las almendras tienen una larga historia? Se cree que fueron cultivadas por primera vez en el antiguo Medio Oriente hace más de 4,000 años. Hoy en día, las almendras son un símbolo de buena suerte y prosperidad en muchas culturas1.
Este sabor puede sonar exótico, pero tiene raíces italianas. El sambayón es una adaptación de un postre italiano que data del siglo XVI. Su ingrediente principal es el vino blanco dulce, lo que le da un sabor único y sofisticado. ¡Una verdadera delicia para los amantes de lo diferente 3.
El chocolate amargo es para los paladares más audaces. Su historia se entrelaza con la expansión del cacao desde América Latina hacia Europa durante la época colonial. Los aztecas ya disfrutaban del chocolate amargo, y hoy en día es apreciado por su intensidad y notas terrosas1.
Este sabor combina fresas, frambuesas y moras. Además de ser delicioso, los frutos rojos están llenos de antioxidantes y vitaminas. Su historia es la de la naturaleza misma: crecen en arbustos y se han utilizado en la alimentación humana desde tiempos prehistóricos1.
Tramontana: La tramontana es un viento frío y seco que sopla en la región mediterránea. Este sabor de helado lleva su nombre debido a su frescura y ligereza. Es una mezcla de vainilla y dulce de leche, y su historia es la de los veranos calurosos en la costa argentina, donde la brisa del mar alivia el calor sofocante3.